sábado, 26 de abril de 2008

Operaciones de UAV en la Antartida . Reino Unido y Alemania

Se espera que los vehículos aéreos no tripulados (UAV) ayuden a desarrollar nuevas técnicas para la recopilación de datos científicos en el continente extremadamente frío del Polo Sur. Pueden ser controlados a distancia o volar de manera autónoma por medio de sistemas de automatización o planes de vuelo preprogramados. Investigadores del British Antarctic Survey (BAS) y de la Universidad Técnica de Braunschweig (TUBS), de Alemania, han completado con éxito la primera serie de vuelos UAV en la Antártida.

«Éste es un logro enorme para BAS y TUBS», observó el Dr. Phil Anderson, científico del BAS, cuya sede se encuentra en Cambridge. «Aparte del despegue y el aterrizaje, cuando los UAV se controlan por radio, las aeronaves son completamente autónomas y vuelan solas según un plan de vuelo preprogramado», añadió. Los UAV cubrieron un área de unos 45 kilómetros y cada vuelo duró alrededor de 40 minutos. Durante este lapso, los aviones robóticos hicieron 100 mediciones por segundo. El equipo de investigación completó en total 20 vuelos desde octubre hasta diciembre de 2007.

Estos UAV, que funcionan con paquetes de baterías de polímeros de iones de litio (LIPo), tienen una envergadura de dos metros y pesan seis kilos. «Era muy emocionante esperar que el UAV retornara sin ningún percance después de su misión de investigación», subrayó el Dr. Anderson. «Hasta que vimos el primer UAV volver a salvo estábamos con el alma en vilo.»

El plan de vuelo incluía vuelos sobre el Mar de Weddell, que se congela durante el invierno antártico. Durante este período el mar tiene un color blanco brillante y el hielo refleja el calor, lo que enfría el planeta. Los vehículos estaban equipados con instrumentos para registrar el intercambio de calor entre la atmósfera inferior y el hielo del mar. Se espera que estos vuelos proporcionen a los científicos información sobre el modo en que el hielo del mar afecta al mecanismo del sistema climático de la Tierra, información de la que carecen en la actualidad.

Los UAV también ayudarán a los científicos a estudiar áreas que suelen resultar demasiado costosas cuando se utilizan medios convencionales como aviones o barcos comunes. «Los UAV permiten a los científicos alcanzar sitios que otros no pueden alcanzar. El futuro de gran parte de la investigación atmosférica será robótico», afirmó el Dr. Anderson.

Los científicos consideran que la Antártida es un lugar ideal para abrir nuevos caminos en la tecnología de UAV, aunque hay que superar ciertos retos, como son las temperaturas glaciales. «Desde un punto de vista físico, los UAV son más difíciles de manejar en la Antártida, pero mucho más fáciles en cuanto a seguridad, porque en realidad no hay obstáculos que golpear», explicó el Dr. Anderson. «Nuestro próximo reto será hacer funcionar los UAV en pleno invierno antártico.»

Los cuatro UAV fueron enviados a la estación de investigación Halley de BAS en la plataforma de hielo Brunt a bordo del buque de investigación de Ernest Shackleton del BAS a finales de 2006. Los científicos llevaron a cabo pruebas de los UAV durante un período de diez meses para garantizar la seguridad de los despegues y aterrizajes antes de lanzar el primer vuelo para recabar datos en octubre de 2007.


Nota : El autopiloto de este UAV que ha operado en la Antartida es producido por MAVIONICS GmbH , uno de los socios estrategicos de Nostromo Defensa SA de Argentina

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